1964 MANUAL DEL BAR, A.M.B.A. 2° EDICIÓN

pulcritud en la presentacion general, armonía en la dis· posición general del lrabajo y perfecto ordenamiento del mismo. Es necesario un sentido exaclo de las mecl idas parn qt1e el cocktail que preparamos hoy, corresponda al que preparamos siempre, Ja alteración de las cantidades incide directamente sobre la preparación, si no poseemos una nocicín ajustada de las partes, la cli ferenria saltad a 1<1 vista y su inmecliala consecuencia sed Ia reprobación del bebeclor, que se siente justamente defraudado por– que lo que le sirvieron no responde a lo que tiene por hábito tomar. La juventud que se inicia tiene amplio campo ele acción para triunfar, y a la vez de prestigiar la cocktelerfa. Debe bregar incansablemente por adquirir nuevos co– nocimientos, seguro que con ellos le será mucho más fácil Lrasponer las fronteras del éxito. Es indudable que aún sigue faltando en muchos gremios la educación de la con– clncla a base de pragmftticas morales, que se Lransformen en el terreno de la pníctica en reglas ele ética. En climas como el nuestro ele origen adventicio en cuanto a determi– nados panoramas sociales, resulta imprescindible infundir y difunclir preceptos, que impliquen honradez no sólo en los actos vulgares de la vida o en las relaciones entre los individuos, sino también en los procedimientos con res– pecto a la colectividad en cuyo seno se permanece y arraiga. Este amplio campo de acción está reservado a las escuelas profesionales, a cuya creación, deben propender las Autoridades superiores de la Nación, con su apoyo mo– ral y económico. El joven que ingresa en una función eco– nómica por modesta que sea, ha de conocer lo que es acep-

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