1964 MANUAL DEL BAR, A.M.B.A. 2° EDICIÓN

Ante esta sombría perspectiva, surgió la idea de con· vertirlo en alcohol, mediante el procedimiento ele la des· tilación,. que ya era conocido por los antiguos griegos. Los resultados obtenidos, no sólo fueron inicialmente exitosos, sino que abrieron excepcionales perspectivas. Los comer· ciantes holandeses que monopolizaban por ese entonces el comercio de vino, pronto encontraron mercados propi· cios al consumo de este nllevo producto y lo bautizaron con el nombre de Brandwign, o sea vino quemado. Los ingleses, que desde el primer momento mostraron especial predilección por esta bebida, quizá por corrupción de lenguaje, lo llamaron Brandy, denominación con la cual se le sigue distinguiendo en ese país. Pese al hecho de ser este producto originalmente francés, fueron precisamente los ingleses quienes, con más ahínco contribuyeron a su perfección. Cabe destacar en este sentido el espíritu de empresa de un joven inglés llamado Martell, quien radicado en Francia desde co· mienzos del siglo xvn, fundó- la destilería que lleva su nombre, la cual a través del tiempo fue alcanzando mun– dialmente merecida fama y que .~n'.m en la actualidad mantiene el elevado prestigio, sin que el curso de los siglos lo empañara. Fue más tarde otro ingl és, Ricardo Hennensy, quien, ante el éxito oblenido por su antecesor, sentó las bases de otro gran establecimiento que llegaría, con el correr del tiempo, a ser igualmente famoso. La ley francesa, sancionada con el propósito de pro– teger y garantizar la clasificación de este noble producto y su posterior comercialización, ha establecido su deli– mitación y definió con el nombre de CognacJ los aguar-

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