1878 Manual del Cafetero by Figuier y Quentin (2nd edition)

— 40 — inmediatamente con este líquido,cubrirse con una té- nue capa de agua que, aunque lo sea mucho,lo aisla, al menos momentáneamente, de la atmósfera,^ sobre la que ya no ejerce entonces acción alguna. Así sucede, en efecto, en el experimento de Leslíe,particularmente si hace algúntanto de calor, de cuyas resultas cesando ó aflojando la evaporizacion , el agua no se congela. Con arreglo á estas observaciones, parecia segum el éxito de la opera&ion,con solo agitar el ácido sulfúrico para renovar las superficies de contacto entre el ácido y el vapor de agua. Esto es cabalmente lo que hi,?o Edmundo Carré. Gracias á este perfeccionamiento, ha podido reemplazar las delicadas máquinas neumáticas de los gabinetes de física, por una bomba sólida y sen cilla á la par. Sólo faltaba ya encontrar una materia que constituyera el vaso que habia de contener el ácido sulfúrico, pues á los embates del^ agitador, el vidno hubiera podido romperse con facilidad. La materia que para ese vaso imaginó EdmundoCarré,fué unali¡-,a de plomo y antimonio, que resiste á la vez la presión atmosférica y la acción del ácido sulfúrico. ^ Por este procedimiento, cuya novedad esinnegable, la congelación del agua es bastante rápida. Con el mo delo más pequeño, cuatro minutos bastan para ver pro ducirse trozos de hielo en una garrafa con 400 gramos de agua: en una hora la congelación de la masa es completa. El costo del hielo obtenido por la máquina, es muy

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