1909 Guia Pratica del Cantinero (Bar-Tender)

perábit; de allí resulta que tío podrá tiuiicft equilibrar sus operaciones en una forma con veniente. Esto lo vemos todos los días: se abren can tinas en inmejorables condiciones al parecer, y á los pocos meses, sus dueños se ven en la necesidad de darlas en traspaso, ó presen tarse en quiebra; en cambio otras que se es tablecen en pequeña escala, y á las que todo el mundo les aseg-ura un inmediato fracaso, se sostienen por tiempo indefinido en cons tante auge. En resumen, el negocio es bueno; pero tie ne sus dificultades, y como ellas son muchas, 3" la mayor parte desconocidas para los inte resados, por falta de práctica en el ramo, á fin de señalar 3' recordar las obligaciones del dueño de cantina, es para lo que escribo el presente libro, persiguiendo á la vez el objeto desque le sirva de formulario y consulta, 3' señale dónde debe fijar su atención, cuando así lo requieran los diferentes casos que pue dan presentársele. Entrando en materia, diré: que el que pien se fundar una cantina con probabilidades de éxito, deberá tener presentes las adverten cias indispensables que en seguida expongo: Antes que todo, conocer la población en donde se va3'a á establecer el negocio, para adaptarse á sus exigencias y costumbres, pues está comprobado que no es lo mismo es tablecer una cantina de primera clase en un lugar céntrico de una ciudad como México, Monlerro3% etc., que en una población peque ña; pues aunque en ésta, puede haber tanto negocio como en un centro de importancia, sus exigencias no son iguales, y ix)r eso in sisto, en que, el que piense establecerse en el ramo de que he venido hablando, debe cono cer bien antes la población que elija. Le sigue, casi en el mismo orden de impor tancia, el punto de elegir un sitio adecuado

6

Made with