1909 Guia Pratica del Cantinero (Bar-Tender)
nocimientos que á continuación señalo; pero, antes de ello, me permito observar lo sig-uien- te: en el mundo, no hay hombres perfectos, ni hombres fenómenos en el cumplimiento de una labor más pesada que lo que humana mente se puede resistir, y en consecuencia, para conservar el mayor tiempo posible al cantinero, tenerlo siempre contento, j' poderle exigir que cumpla lo más correctamente que se pueda con todas sus obligaciones, debe principiarse antes que todo, fKsr señalarle un tiempo justo y razonable para su trabajo, esto es: nunca obligarle á trabajar más ho ras que las que buenamente pueda permane cer en su puesto; esas horas pueden concre tarse á seis ti ocho, luego tres ó cuatro de in tervalo para descanso, y después otras seis ú ocho de labor; ó en otra forma, señalándole diez ó doce horas diarias de trabajo no inte rrumpido, y el resto para descansar; si en cambio de esto, se le obliga á permanecer en el despacho de la cantina desde las seis de la mañana hasta las altas horas de la noche, el dependiente no podrá estar correcto en su puesto, pues hay que considerar que un can tinero no es un criado, sino el amigo del clien te, al que le va á contar éste, con frecuencia sus confidencias, que el otro, está obligado á escuchar con benevolencia y sin dar mues tras de desagrado. Dándole á un cantinero sus horas de trabajo justas, podrán sus pa trones exigirle que se maneje con urbanidad y corrección con sus parroquianos, lo cual hará de buen grado; pero fatigándole ó exi giéndole demasiadas horas de labor, ni ten drá tiempo suficiente para asearse, ni podrá atender á sus asuntos particulares, ni estará nunca de buen talante y quizá ni correcto en su oficio. Habrá tal vez, algunos dueños ó en- cargadosde cantinas que opinenquede resul tar estas deficiencias en la servidumbre, serían fácilmente remediables con desocupar al in-
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