suavizar la fuerza del alcohol y estimular el aroma y gusto de_los licores. E l hielo, al facilitar la fusión íntima de los licores con lajaría la calidad de la bebida, haciéndola perder l lHlo su encanto. Se puede fijar la dosis de hielo en el j 11 tcrior de la cocktelera, para la preparación de un 1 ocktail, en tres o cuatro pedacitos del tamaño de un li t1t•vo de paloma. U1 cocktail no · debe nunca ser preparado sino en el pr·cciso moment? de. su degustación, pues _la fusión i111ima de los licores entre sí y con los demás elemen– l os, dura escasamente una ho{a, pasada la cual vien.e 1,, disociación, no quedando del cocktail más que una bebida absurda y ridícula, indigna de tal nombre.
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Vino de olor, color y •bor, suavísimo lieor. 32