1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)
pámpanos. La parte inferior de estos "brazos y ae *os sar- mientos, es la que lleva el fruto, mientras que la superior se corona de hojas» sirviendo éstas para defender la uva en su juventud, ya de los ardores del sol, ora de los golpes del Vien- to, bien del granizo, la escarcha, etc. La raíz de la vid, divídese en tres partes: epidermis o cu- tis, la primera; tejido celular, la segunda; cuerpo leñoso, la tercera. La primera parte» que es la exterior o la corteza, constituye lo que se llama el tejido celular. El cuerpo espon- joso que está debajo, es la combinación de la pulpa de la si- miente, y el cuerpo leñoso son los vasillos tubulares que ex- tendiéndose a lo largo de la planta, le transmite los jugos re- cibidos por las vesículas del cuerpo esponjoso. Este cuerpo esponjoso, siendo muy fofo, chupa la humedad de la tierra, con más facilidad que cualquier otro arbusto o planta. El tronco o cepa, es la parte que se eleva encima de la raíz; lo inferior se llama zoca. El cuerpo esponjoso en el tron- co está en el medio y es lo que se llama tuétano o médula; afuera está la parte leñosa, que se comunica entre las fibras de los vasos leñosos por unas inserciones del tuétano. Las fi- bras extiéndense en dirección vertical y son muy porosas. Es- ta porosidad da motivo a que la savia cruda, al menor corte» salga con tanta fuerza en primavera y suba con igual vigor. Por eso se elevan tanto sus ramas, cuando no es retenida la savia, obligándola a refluir o retroceder, cortando las ramas o podando la cepa, sin la cual se apuraría la savia en dar ma- dera y no fruto, o le daría verde, cosa que generalmente se ve en las vides que no han sido podadas. La cepa divídese por arriba en brazos o sarmientos car- gados de yemas o botones que antes de su desarrollo están envueltos en una especie de borra, y que estando agarbanza- dos manifiestan lo que darán, esto es, si el ojo o botón forma como dos ceros» anuncia varios racimos; pero si es pequeño y puntiagudo, no producirá más que madera. Es tan abundan- te esta planta, que todos sus ojos nacen dobles y triples ta- llos, los que la mayor parte dan fruto. Conviene que se sepa que la vid tiene dos géneros de sarmientos. Unos, fuertes; débiles, los otros; siendo los primeros los que generan uvas. Lo contrario sucede con los árboles. Y es digno de conocer, también, que el sarmiento que produce fruto una vez, no vuel- ve a darlo, motivo por el cual es necesario cortarlo. La hoja, como ya hemos dado a conocer, guarece a la fruta y la preserva de la intemperie. Si la hoja se quita (man- do el agraz empieza a mudar de color, los racimos se amus- tian y se secan en lugar de madurar. La hoja absorbe mucha humedad del aire. Esa es la razón por la cual la vid se man- tiene en los terrenos escarpados y hasta en las hendiduras de las peñas, como ocurre en las islas Azores. Asimismo, el ai-
Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009
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