1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

re y la luz, entrando por las hojas, contribuye a alimentar las plantas. La parte que está expuesta al sol, se ve que da más yemas de diverso color que las que no disfrutan de las rayos directos de ese astro. HISTORIA DE LA VID El origen de la vid piérdese en la inmensidad de los tiem- pos prehistóricos. Con la vid ocurre lo que con todas las co- sas útiles que prestan grandes servicios a la humanidad. Se disfruta de sus bienes, sin preocuparse de quién o quiénes fueron los que las inventaron o crearon. La especie que se denomina vid, es siempre la Vitis víní- fera del latín, a menos que se quiera dar a conocer de una ma- nera clara a alguna de las otras especies. Nace y crece es- pontáneamente en el Asia «Occidental, en el Sur de Europa» en Argelia, Marruecos, el Ponto, Armenia, en el Sur del Cáuea- so y del mar Caspio. Es como una liana silvestre que se re- monta sobre los árboles, chicos o grandes, y da frutas abun- dantes sin cultivo ni poda. El esparcimiento de esa planta por todas las regiones del Asia, Europa y Norte de África, ha debido realizarse por las aves» hace milenios de años y antes de que la emigración de los pueblos asiáticos antiguos se esparciera por Europa y po- siblemente antes de que en Europa y en la misma Asia pu- siesen sus pies los hombres. € Por lo que a la vid se refiere —dice un investigador dis- tinguido— existen pruebas de que esta especie es muy anti- gua, tanto en Europa como en Asia. Semillas de vid se han encontrado en las viviendas lacustres de Castione, cerca de Paraia, las cuales datan de la edad de bronce» igualmente que en la estación prehistórica del lago de Várese y en la estación lacustre de Wagen, en Suiza, pero en este último caso» a una profundidad mal determinada. Aún antes de esto debió de existir la vid en Europa —di- ce el mismo investigador— puesto que se han encontrado ho- jas de esta planta» en los yacimientos cuaternarios de los al- rededores de Montpellier, los cuales se han formado probable- mente, antes de la época histórica» y lo mismo ocurre en los yacimientos de Meirargue, en Provenza, los cuales son indu- dablemente prehistóricos, aunque posteriores a la época ter- ciaria de los geólogos. "En los países que pueden considerarse como el centro de dispersión —continúa diciendo el propio investigador— y qui- zá como la habitación más antigua de esta especie en el Sur del Cáucaso» el botánico ruso Kolenati ha hecho observacio- nes muy interesantes acerca de las diferentes formas de vides,

Digitise by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009

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