1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)
cinco pies; en otros, la vid se cultiva rastrera y sus sarmientos se extienden unos sobre otros; existen países donde las cepas tienen poca elevación y se sostienen por sí solas; otras en que Jas vides se rodean de piquetes clavados en tierra» a los cuales se ata el sarmiento, conduciéndolo alrededor del círculo que forman los piquetes. En algunos departamentos meridionales de Francia» en que se les deja crecer hasta poco más de dos pies en un solo tallo, se colocan las vides muy distantes unas de otras. En el Medoc —Francia— se cultivan en parrales muy separados, o con un solo tallo» pero sin más elevación que un pie. En la Rochela no se emplean rodrigones; los sarmientos rastrean hasta su madurez; ya en ésta los levantan y atan por un ex- tremo a los de cada cepa» dejando la uva expuesta al sol di- rectamente» sin alejarla mucho de la tierra. Esta clase de cultivo da poco vino y de inferior calidad. El cultivo en parrales consiste en colocar las plantas en hileras paralelas transversales, de modo que reciban el sol por todos los lados. La vid queda formada al tercer o cuarto año de haberse plantado» a modo de contra espaldera» construida de gruesos rodrigones de 5 a 6 pies de altura; en la parte media de estos rodrigones se ata transversalmente una fila de pértigas y travesanos» y otra en la extremidad o parte superior» ambas tiradas a cordel. Las hileras se colocan a siete pies de distancia unas de otras. Cuando la vid está en estado de ta- pizar las pértigas y los travesanos» se dirigen sus vastagos oblicuamente a derecha e izquierda de cada pértiga en lugar de hacerlo perpendicular y verticalmente, como sucede cuan- do se las ata a los tumores o rodrigones; de esta manera las cepas forman una espaldera doble y una empalizada a sus dos lados. Así ya» dirígense todos los vastagos de la parte infe- rior a la superior de las pértigas» a fin de que la tapicen y cu- bran formando como un cordón a todo su largo. Para conse- guir esto, se cercena la extremidad de los brotes al cubrirse todas las pértigas y a medida que van creciendo se las entre- teje y enlaza. Este sistema de cultivo da una inmensidad de uva y es de mejor calidad, en tanto más calor adquiere la sa- via y más se ventilan sus vastagos» más expuestos al sol. Así madura antes y adquiere mejor sabor. Igualmente es de gran utilidad este cultivo para el desarrollo de las yemas o brotes, que no se detienen hasta que no han arrojado su fuego. Las vides arrodrigonadas, al plantarlas se colocan en ho- yos o zanjas separadas por distancias que faciliten las labo- res de su cultivo y de su vendimia, pudiendo circular libre- mente entre ellas. Estas zanjas y la capa de tierra mullida que resguarda el pie de la cepa» tiene» regularmente» de 9 a 18 pulgadas de profundidad. Cuando la cepa tiene fuerza su- ficiente y elevación apropiada se arrodrigonan para estrechar
Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009
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