1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

Conóeense, también, los vasos sagrados, dedicados a la representación de los misterios de la religión católica. No existe iglesia que no tenga vasos de esa clase. Posteriormente, el progreso industrial en su constante evolución, nos ha traído toda la clase de vasos modernos que conocemos en los Bares y Cantinas del mundo. HISTORIA DE LAS COPAS En las grutas y yacimientos de la prehistoria, del Medio- día de España» se descubrieron unas copas de barro, muy pa- recidas al cáliz griego, y más todavía, al etrusco, que como obras maestras tienen una destacada perfección. No fueron fabricadas a torno ni cocinadas al horno. . Del examen que de ellas han hecho los arqueólogos en el Museo Nacional Español, dedujeron la forma de su fabrica- ción. El pie de la copa ligeramente ensanchada o extendida en la base y hueco está modelado sobre un palo hundido al efecto en el suelo. Cuando este pie estuviera aún fresco» de- bióse aplicarle el recipiente, ya modelado, quizá sobre una ca- labaza, pues así parece indicarlo su forma hemisférica, y am- bas piezas están soldadas exteriormente; esto es, el barro aparece extendido con un punzón romo, de hueso al parecer, cuya huella quedó marcada. El barro es de color gris y es- tá ennegrecido por el fuego de la hoguera en que debieron desecarla. Estas copas tienen veinte centímetros de altura por dieciséis de diámetro. Estas copas fueron halladas en unas grutas de la provincia de Granada —España—. Se su- pone que fueron hechas en el período intermedio de la pre- historia y la primera época histórica. De épocas posterioies, fueron encontradas en excavacio- nes más recientes realizadas en algunas regiones de Asia, pie- zas de metal que llamaron extraordinariamente la atención y que denominaron copas asirias. Son estas copas una especie de platos parecidos a las pateras romanas» con figuras y ador- nos de realce y grabados, verdaderas composiciones que es donde se destaca el interés de estos objetos. Se pensó que se tratara de vasos de gran valor y en realidad, los hechos vinieron a confirmarlo. Layard recogió en Nimrud, en el guar- damuebles del palacio del Noroeste, gran cantidad de esos vasos, metidos en otros mayores» ordinarios y otros apilados contia los muros. Estas copas son ele bronce, con incrusta- ciones de oro y plata. La decoración está distribuida en %o- ñas formadas por círculos concéntricos, en número de tres, cuatro o cinco» aunque existen copas que su decoración ocu- pa todo el campo del disco y está rodeada por una franja or- namental. Esta decoración está hecha siempre por su par- te interior. En unas copas las figuras y adornos son repuja- Digi ised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009

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