1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

dos» terminados por medio del grabado; en otras» es grabado todo y el dibujo resulta muy fino. Las figuras de estos tra- bajos son símbolos tomados del Egipto. Y aunque algunas de esas copas son de Asiria» la mayoría provienen de Fenicia. Se cree que fueron fabricadas en las ciudades de Tiro y Si- don. Salomón adquirió numerosas de esas copas para el tem- plo de Jehovah» según dicen las Sagradas Escrituras, y Aqui- les, como dice Hornero» ofreció como premio en los juegos organizados para celebrar los funerales de Pratroclo, varías de esas copas. Estas copas o pateras» sin pie» poco profun- das, hemisféricas» son las que se ven en las manos de los asirios en los bajorrelieves de Nívive. Cuando los romanos conquistaron el Oriente y la Grecia» tomaron como botín de guerra, muchas para beber» en for- ma de copa» e inventaron y corrieron respecto de esas copas» numerosas leyendas. En tal valor se les estimaba por los giie- gos» que las tenían colocadas en sus habitaciones» en abacos y mesillas, las casas distinguidas. Estos vasos valiosos eran trasmitidos en heredad» de familia en familia. La copa de barro —cáliz, patera» escipo, ciato— era lo corriente entre las clases populares, pero entre la clase pu- diente, que gustaba de ostentación, bebían en copas de oro y plata» decoradas con camafeos. Plinio, juzgando esos hechos» habla así: "Bebemos en una cantidad de piedras preciosas; cubrimos de esmeraldas nuestras copas, y» para embriagar- nos» nos consideramos dichosos de tener toda la india en la mano; el oro no es más que un accesorio'*. Buen número de esas copas consérvanse en el Museo Gregoriano. El Museo de Berlín guarda copas que proceden del tesoro de Hildesheim» adornadas con motivos del culto de Baco» como máscaras de silenos y de faunos, tirsos y pámpanos» maravillosamente cin- celados. La más interesante copa de esa clase que se conoce» guárdase en el Gabinete de Antigüedades de las Biblioteca Nacional de París. Es ella el cántaro báquico» conocido por el nombre de Copa de los Ptolomeos» por creer, por los atribu- tos que representa, que perteneció a Ptolomeo XI» hermano y marido de Cleopatra, quien llevó el sobrenombre de Dioni- sos o Baco. Dice Ateneo» que en la pompa de Ptolomeo Fila- delfo figuraron vasos de esa clase. Llamósele, también» Va- so de IVIitndates, por considerársele un ejemplar de la rica co- lección de esas copas que ha tenido ese rey. Antes de perte- necer a la Biblioteca de París, estaba en la abadía de San Dionisio» a la que se la donó un rey de Francia. Es de sar- dónice oriental. Mide doce centímetros de altura» doce de diámetro y treinta y ocho de circunferencia. Tiene dos asas que imitan cepas de viña. A cada lado de las asas» presén- tanse bajorrelieves con motivos báquicos, muy parecidos a am- bos lados» con la figura de Priapo y símbolos como másca- ras de Pan» de bacantes, silenos» vasos de vino, algunos caí-

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