1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

El Cantinero no debe pieparar ningún coctel» más que con los licores, vinos y bebidas, que en la misma proporción cada fórmula oficialmente tenga registrado. Cualquier otra mez- cla o cambio que se haga a la preparación de los cocteles, transforma la combinación lograda del mismo» mixtifica su composición; tuerce el bouquet o trastrueca el aroma y anula los fines terapéuticos que cada uno de los coteles persigue. Pueden cambiarse las fórmulas de los cocteles, agregándosele más de una cosa que de otra o aumentando la combinación con otro producto» pero dándole otro nombre nuevo que a uno le agrade. No falsificando el coctel ya conocido y definido en el mercado por su fórmula y por su aroma. El Cantinero que se preste por su ignorancia e inconsciencia a realizar esa cla- se de mezclas, está» no le quepa duda, degradando su profe- sión y envileciéndola. El Cantinero tiene que defender los intereses de su Pa- trono en la Cantina» como si fueran los suyos propios. El Cantinero» si ha recibido en los cobros que ha reali- zado una moneda falsa, no debe tratar de dársela a otro clien- te para salvar la responsabilidad del engaño que le han he- cho; debe de dejarla en la caja, para que el propietario la cargue a pérdidas y ganancias, y si el mismo se quejara o pi ©testara» que se la cargue a su cuenta. Eso es lo que acon- seja la decencia. Un Cantinero, no debe ni puede hablar mal de un cliente a otro; ni criticar la conducta de ninguno ni exponer los de- fectos que éste o el otro puedan tener. El Cantinero» en el Bar, no puede hablar de política ni de religión con sus clientes. Debe escucharlos a todos, res- petando todas las ideas políticas y religiosas y no mezclarse en esa clase de charlas o conversaciones. Recuerde siempre que nada como la política y la religión desata mayor número (le pasiones y odios. Y no olvide que está trabajando para su Patrono, y que mientras está en el Bar» no se debe a sí, sino a aquél Un Cantinero charlatán y poco sensato» puede arrumar el negocio del cual vive. Todo Cantinero tiene que conocer el artículo que despa- cha y vende, saber de qué está hecho, dónde y cómo se fabrica. El Cantinero ha de dar a conocer a su Jefe las faltas que note para el mejor servicio del Bar; no quejarse de esas fal- tan a los clientes. El Jefe, puede remediar cualquier falta, el cliente, no. El Cantinero que guste prosperar en su profesión, debe dar ci conocer a sus Patronos» todas las ideas y proyectos su- gei entes que conciba para mejorar el negocio de la casa en que trabaja.

Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009

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