1955 Tragos Magicos by Pichin
El barman, el legítimo barman, enamorado de su profesión y dedi– cado exclusivamente a ella, no debe ser considerado un simple mezclador de bebidas, ni tampoco un empleado común que se dedica a tal tarea. El autor de este volumen no cree exagerado comparar al barman con un director de orquesta. El está co·
locado tras su batería de botellas, implementos y accesorios, que co· bran vida cuando, en base a su experiencia e inspiración, los opliga a dar lo mejor de cada uno. También el barman está frente a .su público, al que debe interpretar de acuerdo con el momento, el f ra<."' ter y la psicología de cada uno. Para ello se necesita algo más que una gran experiencia pensable por cierto- o el conocimiento del elemento humano y la sensibilidad necesaria para comprender a cada uno. Más de un vez el barman se encuentra ante desconocidos que a la segunda o tercera copa, le abren su corazón. ¿Efecto del al~ohol. .. ? a...'"·.r.n---1 parte! Pero también efecto, y muy importante por cierto, de la sun– patía que ha logrado inspirar gr~ciBs a sus conocimientos )' .ex– periencia. El barman, en contacto directo y permanente con el pubhco, debe cuidar especialmente su aspecto y paralelamente, el de su _trato. Debe ser amable, comprensivo, atento, respetuoso, medido, correcto. Ni demasiado efusivo, ni demasiado serio.
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