1928 Cocktails by Pedro Chicote

PEDRO CHICOTE

Lo que sí es de gtart irttetés conocer perfecta= mente es el tamaño y aplicación de las difetentes clases tle cepas y vasos, adaptando cada uno a su objeto para ~l que fué creado, pues una bebida elabarada ton escrüpufoso tuidado r esulta desairac: do verla servida l:!n un \lásd o tbpa que no es a pro= pósito páta ella. Tambi~h dt:!berá sab~r - petd estd sólo !:ie toh: sigue a fuerza de fñucha ptáttica - calcufat las eahtidad~s n~tesarias para elabbrar ht$ distintas clases de bebidas ; a fin de qüe 8espués de prepa=< radas resulte la titeclida exacta que se necesite y en própordbnes· siempre igúales, al objeto tle no de~= virtuar la fórmula pedida por el cliente; ni que, por eje!Tlpld, en vez de dos eopas pedidas resulten tres, o viteversa; tosa que ptrndría éle manifiesto· la falta de tacto o pericia del barmah. El barman, al salir de su trabajo, se despedirá correctllrrlente de los clientes que estuvieran en el local y abandonará éste segúidarnente. fa. mal visto que en vee de hacer esto permanezca en el estable= cimiento haciendo consumo como si fuera un clien= te más y alternando con ellos, sin guardar el res= peto tjue se debe a ellos y a la casa. Ahora bieh; s.i por alguno fuera insistentemente invitado á tomar alguna cosa, por cortesía aceptará; pero una vez qµe la haya tomado se despedirá sin más demora ni esperar una segunda invitación. De esta forma siempte conservará una buena reoutación, que tan= to le ha de favorecer, entre clientes, jefes Y compa= . . ñeros.

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