1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

ción de los labradores de ese término» los que sacrificaban por las vides todos los otros cultivos. Las cepas que con predilección cultivan en esa zona, en primer lugar la Pique pout» que produce vinos espumosos y alcohólicos de alta calidad, así como la Jurancón blanca, Co- lombard y la Saint-Emilion de la Charente. Pero la Pique pout» es la que de una manera especial tiene derecho a ser mencionada entre las vides que constituyen la riqueza viní- cola de Armagnac. Dícese que la destilación del Armagnac se remonta poco más o menos a la época que en Cognac se dio comienzo a la destilación de los aguardientes que lo hicieron famoso. En el siglo XII, Arnaud de Villenueve, exaltaba las propiedades de ese aguardiente y declaraba que mantenía la salud, disipaba los tumores malignos, reanimaba el corazón y conservaba la juventud. Usábasele en esa época como medicamento» friccionando con él los miembros afectados por dolores. Aplicábase» tam- bién, contra las mordeduras venenosas. Por los siglos XVII y XVIII» la elaboración de esos aguar- dientes se hizo más general y abundante. La mayoría de los vinos de Armagnac eran destilados en esos tiempos ante las exigencias de los mercados consumidores. Esos aguardientes eran conservados en toneles de madera de encina del país. Con una capacidad de 400 litros» conservándose en las bode- gas para envejecerse» en sus más apartados rincones. No era raro encontrar Armagnacs con 50» 60 y hasta 70 años de envejecimiento. Hoy, todavía» siguiendo la vieja tradición, la destilación de esos aguardientes nácese en las mismas fincas o en las destilerías que pertenecen a las casas de comercio de Ar- magnac. Se ve llegar a las fincas de vez en cuando todavía» un alambique arrastrado en grandes ruedas tiradas por los bue- yes blancos de Oasconia. Y mientras se hace la destilación, el campo de Armagnac luce de fiestas. Esmerados cuidados ponen en la destilación de sus vinos» los ciudadanos de Armagnac. para conseguirles un bouquet acabado y delicado. Y como en los primeros tiempos, al Armagnac, se le de- ja envejecer en grandes pipas o cubas de madera de encina» cortada en los bosques de la región. No existe café, restaurant, fonda ni bar en Francia, que no tenga a la disposición de sus clientes en las bodegas y sus anaqueles, el rico Armagnac.

Digitised by Jared M B own & Anistatia Miller, 2009

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