1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)
Los frutos del anís son tónicos y carminativos. Em- pléanse en la preparación de diversos medicamentos, y, de una manera especial en la elaboración de los aguardientes co- nocidos por anisados y diversas confituras. Extráese, tam- bién, de los frutos del anís, la esencia conocida por ese nombre. La planta de anís crece espontáneamente en Turquía y en Egipto. Y se cultiva en abundancia en el centro medio de Francia, en la España central y sobre todo» en Andalucía, donde se la llama matalahúva y matalahúga. Su cultivo exi- ge una tierra especial, suelta, caliza, fértil, sin terrones ni Melbas; el terreno ha de ser fresco, pero no húmedo y nece- sita para vivir lozanamente, agua de lluvia. El aroma y la ca- lidad de la semilla, es mejor cuando se cultiva en tierras se- cas que en las de regadío. En los terrenos de regadío, la se- milla es mayor, pero contiene menos aroma. Para sembrar- la, que debe ser en barbecho y para distribuirla bien» se mez- cla con arena. Se escarda la planta cuando ha alcanzado un decímetro de altura. Granada la semilla, cosa que no se veri- fica por igual en todas las plantas, se arrancan las matas y se ponen a secar a la sombra» donde se regranan, se sacuden y sueltan toda la semilla» Si el anís no es de buena clase, grana mal y se encuentra la hoja con la simiente, siendo ne- cesario tenderla en lugares que circule el aire suave, para que, moviendo la semilla deje a ésta y separe el polvo, la ho- ja y cuanto no tiene grana. En la Grecia antigua y en la Roma de los cesares era co- nocido y usado el anís para hacer condimentos y preparar medicinas. Pitágoras» le atribuye propiedades para prevenir la epilepsia y favorecer el parto. Plinio, lo considera estimu- lante del sueño y da a conocer que evita la fetidez del alien- to y da frescura y tersura al rostro. Galeno, lo clasificó co- mo estomacal y carminativo, e Hipócrates, dijo que era un diurético y emenagogo. En la medicina moderna estímase que el anís o el anís oficinal, es un medicamento excitante, digestivo, carminativo y antiespasmódico. La infusión de anís, la esencia o alcoho- latura a dosis convenientes produce cierto estímulo y sensa- ción de calor, aumentando la contractilidad gastrointestinal y las secreciones digestivas, de donde resulta una actitud di- gestiva mayor y la expulsión de gases. Su acción diurética se explica por la eliminación de la esencia de anís por los ri- ñones. Corrige los dolores cólicos y los vértigos sin pesadez de cabeza que se originan por los estados dispépsicos. La esencia de anís, dicen los doctores Nothnagel y Rossbach, produce efectos parecidos a la trementina y como ésta es pa- rasiticida. Popular es que las madres lactantes y las nodri- zas, cuando los niños que crían padecen de cólicos, tomen el anís en infusión para que les desaparezca. Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009
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