1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

templación de la hermosa señorita, que quedó grandemente prendado de ambos —del coctel y de la joven—. Fue ése un amor a primera vista y al primer sabor» El rey se casó poco después con la encantadora doncella tolteca y ordenó la pri- mera plantación del árbol productor del pulque, que lleva tam- bién el nombre del mismo licor. Los descendientes de aquellos toltecas» continuaron gus- tando los placeres del licor que inventaron sus ascendientes y la señorita octail —Xóchitl— cock-tail o coctel, pudo conver- tirse en una Venus tradicional de la raza y de la religión azteca. Quinta versión "Era por los principios del siglo pasado, —dice León Pu- jol, viejo Cantinero cubano, fallecido— cuando sucedieron los hechos que yo he leído y que paso a relatar tal y como se di- ce que sucedieron. Había en aquellos tiempos en cierto lugar de Inglaterra, un mesón, figón o como quiera llamársele, en que solían reu- nirse, después de sus diarias labores» algunos obreros que en- tre charla y charla, hacían sus libaciones, para luego retirar- se a sus casas tranquilamente, y en condiciones para entrar- le con furia a los beefsteaks por los aperitivos tomados. "Cierto día sucedió que la hija del mesonero, que era la que servía a los parroquianos» al ir a servir como de costumbre a éstos» notó que del barril que acostumbraba a hacerlo, ape- nas quedaban las dos terceras partes del líquido que en una jarra acostumbraba a servirles, pero no por eso se inmutó, y ni corta ni perezosa» completó la jarra y el contenido con otros licores y se retiró al interior del mostrador para ver lo que sucedía; al ingerir esta mezcla los clientes, se llenaron de sorpresa» al ver que no era lo que ellos tenían por costum- bre tomar. "Pero, ¡oh sorpresa! Aquella mezcla les había encantado a todos ellos, llamando en el acto a la muchacha para feli- citarla y al mismo tiempo, para que les dijera qué clase de li- cores había mezclado y de ahí nació el primer coctel "Estando así reunidos y saboreando dicha mezcla, acer- tó a pasar a la sazón un gallo por delante de los libadores, y uno de los componentes de aquella tertulia, le arrancó una pluma de la cola, con la que, a modo de cuchara» se puso a mover el contenido de la jarra, y por muchos años, en lugar de cuchara, no se empleó otro artefacto que dicha pluma, y al ponerle nombre a dicha mezcla y en honor del instrumen- to usado para revolverla» se le puso cock-tail» que en romance castellano quiere decir cola de gallo.

Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009

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