1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)
cocteles que estaban preparados con brandy o con cremas di- versas. Frecuentemente, con esta clase de cocteles, se mez- clan dos o más clases de licores y cremas. Había otros coc- teles en el mismo libro a base de Apple Jack o Apple Brandy, Calisaya, Dubonnet, Sherry, Oporto y Swedih Punch. Durante las dos primeras décadas del presente siglo, la definición norteamericana del coctel, generalmente aceptada, era una mezcla de ginebra y vermouth, con gotas amargas, hielo y batido. Desde luego, los cocteles de Whisky tenían sus ardientes defensores; y el Manhattan, a base de whisky, era una bebida popular. Sin embargo, para una gran mayoría de catadores, el whisky era una bebida que había que tomar pu- ro o adulterado sólo con agua. Por supuesto, en el high-ball, el agua es gaseada. El pro- medio de los tomadores consideraban que la mezcla de buen Bourbon o whisky de Centeno, con cualquier otra clase de li- cor, era un sacrilegio, excepto los que después de tomarlo les gustaba consumir tras él, como para suavizar sus efectos, un poco ele agua. Para muchas personas, por ese tiempo, los coc- teles de whisky, los gustaban como si fuera una medicina, y los consumían contra su propia voluntad, muchas veces por hacer compañía a los amigos que los invitaban. Su gusto era la consumación de la mezcla de ginebra y vermouth. El ver- mouth sólo adquirió popularidad en Norteamérica, pero es de destacar, que en más de la mitad de los cocteles en que se empleaba, era únicamente para darles su esencia. De todos los cocteles que llevaban alguna parte de vermouth, el favori- to de todos, para los consumidores, era el Martini Seco. Sin duda, los cocteles que estaban más en boga durante los años de la prohibición o los años en que reinó la llamada Ley Seca, eran el "Adirondack" y el "Orange Blossom" N 9 2. Se preparaban con la mitad de jugo de naranja y la otra mi- tad de ginebra, y se servía en una copa de Bar, esto es, copa alta de coctel. Estos dos cocteles se diferenciaban solamente por la clase de ginebra que se empleaba en cada uno de ellos. Y en realidad, la diferencia que existía entre ellos, eran los nombres solamente. Es difícil determinar exactamente, donde terminan los coc- teles y dónde empiezan las otras bebidas mezcladas. Existe diferencia de opiniones entre los peritos en esta materia. Unos, afirman que todas las bebidas mezcladas, son cocteles; otros, sostienen lo contrario. Muchas de esas bebidas mezcladas, caen en grupos de- terminados por los ingredientes que en las mismas se emplean y por la manera de confeccionarlas. "Al reproducir en el libro "Oíd Waldorf Astoria Bar Book", algunas de las fórmulas históricas —dice Albert Stevens Croc- kett— otras, no pueden ser clasificadas. La Escuela norte-
Digitised by Jar d M Brown & Anistatia Miller, 2009
— 266 —
Made with FlippingBook - professional solution for displaying marketing and sales documents online