1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)

Primero notó que le quemaba y daba calor» si era de fuer- te graduación alcohólica; si suave y poco fuerte» como el vi- no y la cerveza, un líquido no sólo refrescante» sino estimu- lante. Con el correr de los años» impulsados por la evolución y el progreso, persiguiendo siempre nuevas emociones y place- res estéticos» al par que beneficios comerciales» se crearon multitud de vinos y licores en unos y otros pueblos» no sólo para despertar nuevos gustos y nuevas emociones estéticas» tanto con el color como con el bouquet y el olor, sino que» los fabricantes o elaboradores de esos vinos y licores» no se con- forman ya con darle color» sabor y olor a sus productos» sino que hasta persiguen fines terapéuticos, como la medicina. Y así tenemos, que los padres trapenses» en sus Conven- tos recogidos, crean sus famosos cordiales llamados Chartreu- se Blanco y Amarillo» preparados con hierbas aromáticas y medicinales, que no tienen más fin que dar vida al decaído» ánimo al apocado» restaurar las energías al que las haya per- dido. En suma; curar a los enfermos. Otro tanto podemos decir del Benedictine» de los padres benedictinos. Hay quien asegura, que los creadores de esos dos cordiales» perseguían más que nada» con sus creaciones, descubrir el licor que man- tuviese la eterna juventud. No para ahí la inquietud ni la inventiva humana» de ha- cer de los vinos y licores generadores del bien. Combinando vinos y licores con hierbas medicinales y aromáticas» han creado aperitivos» que tienen la función fisio- lógica humana de despertar el apetito» estimulando las glán- dulas digestivas, al par que cultivar otras cualidades sensoria- les como la de dar calor al cuerpo» nuevos sabores al paladar y olores al olfato. Otro tanto podríamos decir de la mayoría de los cordia- les» que se han preparado como digestivos» para ayudar a las digestiones difíciles. Quiere decir cuanto queda expuesto» que la función so- cial de los vinos y licores» es despertar a los que los ingieren, nuevos gustos y emociones artísticas nuevas, al par que los bienes terapéuticos que para los organismos humanos contie- nen unos y otros. Claro está que el trabajo de la Cantina o del Bar, como el de la Taberna, dedicado el Cantinero, Bartender o Taberne- ro, a servir nada más que copas de vino» cerveza y licor, no es el trabajo de un Cantinero o Bartender moderno» y por lo tanto» no es un arte, en ninguna de sus diversas manifes- taciones. — 297 —

Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009

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