1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)
mos y se enlazaban al mismo tiempo con una Meara de folla- je oscuro, toda florida» de la que surgían frutos preciosos. Temblorosos los marinos solicitan del piloto que ponga proa a tierra. Dionisos» en ese instante» se convierte en un león que montado sobre la proa ruge horrísonamente enfurecido. En el centro de la nave surge de improviso una osa encoleri- zada. Los piratas empavorecidos se refugian en la proa con el piloto» considerándose perdidos. Arrójase el león sobre el capitán y lo sujeta entre sus garras» Al ver sus compañeros aquel espectáculo se arrojan al mar y se transforman en del- fines. Dionisos» apiadado del piloto lo salvó y le Mío saber quién era. Esta leyenda representa los efectos febriles de energía desatada que en ciertos temperamentos desarrolla en los músculos humanos el vino y que excita actos de prodigiosa violencia. Dionisos, en esta fábula, se asemeja al vigoroso y forzudo Hércules» En los Campos Plegreos» participó Dionisos de la lucha con los dioses; como Hércules se internó en los infiernos lu- chando contia las potestades de la muerte y transportó a su madre Semele de las subterráneas tinieblas al Olimpo. Se le atribuyó la fuerza del toro y del león, significando con ello la salvaje y violenta energía que da el vino en determinados momentos psicológicos» propia más bien de esa clase de bes- tias que del hombre. El toro de Dionisos parece representar la imagen del Sol que vivifica la vegetación primaveral. La idea de la pasión de Dionisos explícase por la concep- ción principal del dios del Vino. La vid» antes de producir el licor que influye sobre los humanos tan destacados efectos; pasa por infinito número de cambios. Cuando llega la uva a la madurez, ha pasado todo número de vicisitudes; arráncase violentamente el racimo para estrujarlo en la pren- da; entonces es cuando el cuerpo de Dionisos es desgairado; de esa muerte dolorosa despréndese nueva vida activa, exhu- berante; la que se manifiesta con la fermentación del mosto. El Vino sacado de la cuba» es Dionisos metamorfoseado; la vida nueva conquistada al precio de la muerte pasa con el Vi- no a las venas del hombre e impulsa el alma a extraordinarios transportes. Dionisos» dios, moría y resucitaba cual la vege- Tación en invierno y en primavera, respectivamente y por eso como divinidad estaba asociado a Cora en los misterios. DIONISIACAS Las fiestas griegas llamadas Dionisiacas, que se celebra- ban en honor del Vino —Dionisos— efectuábanse en la pri- mavera. Plutarco dice que esas fiestas se celebraban con regocijo popular y sencillo» y en la procesión que se efectuaba, al fren- te del cortejo llevábanse un ánfora llena de Vino y un sarmien-
Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009
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