1948 El Arte del Cantinero (Mixellany)
bado estos vinos cubanos afirman su delicadeza y aseguran la posibilidad de su producción en escala industrial. Pero el problema, con todo eso» continúa en pie. Ni se han definido concretamente los lugares adecuados a este cultivo, ni se han seleccionado las variedades de uva más apropiadas a este sue- lo, ni se ha precisado la técnica de fabricación que sería más conveniente observar; todo lo cual podría resolverse induda- blemente, si se consagrara a esta cuestión toda la atención, el esfuerzo y el tiempo necesario 1 '. Quiere decir lo transcripto» que en Cuba se ha fabricado vino y se puede fabricar en abundancia y de buena calidad. VINO DE NARANJA Indebidamente» llámanle vino de naranja» a la bebida ob- tenida por fermentación o por el mismo proceso de elabora- ción del vino, del jugo de la naranja. La palabra vino sólo se puede usar para denominar el ju- go fermentado de la uva» como hemos dicho en el capítulo de- dicado al vino en esta obra, porque es originaria de la pala- bra latina Vitis vínífera con que se denomina a la vid de que se elabora el vino por la fermentación. Por lo tanto» es im- propio llamarle vino, a la bebida fermentada obtenida de la naranja. Pero» como no tenemos otro nombre con qué designarlo y distinguirlo, y en verdad de verdad, existe esa bebida bas- tante generalizada» aceptemos v ese nombre aunque sea de una manera provisional o transitoriamente. Usemos, por ejemplo» la medida de un hectolitro para fabricar esa cantidad de vino de naranja. Son necesarias, aproximadamente» la cantidad de 1,200 a 1,500 naranjas de buen tamaño y bien jugosas. Al emplearlas para esos fines» tienen que estar maduras y en sazón. Exprimidas, darán alre- dedor de cincuenta o sesenta litros de jugo. Eduardo S. Raña, dícenos que el vino de naranja, se pre- para de esta manera: "Peíanse las naranjas» dejando aparte las cortezas» para extraerles por presión y por separado, el aceite esencial". La pulpa de la naranja, después» se corta en tres o cua- tro pedazos» para facilitar la extracción del jugo. Por medio de una prensa de mano o mecánica, bien lim- pia y aseada, evitando que las semillas de la naranja o trozos de su pulpa, vayan mezclados con el jugo, extráese cuanto con- tenga de éste las naranjas y se echa en un barril» cuba o tonel de una capacidad de 120 a 130 litros de capacidad» llenándolo hasta su mitad» aproximadamente. A este mosto, se le agre- ga el aceite esencial extraído de la corteza de las naranjas.
Digitised by Jared M Brown & Anistatia Miller, 2009
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