1959 El Coctel y Sus Derivados por Fernando Gaviria

La Habana, en su nueva etapa en e! mundo de las frivolidades estimables—el placer de buen "guor- met" y el homenaje a Baco—, la capital criolla es lo que^ una joven bella, que seduce con su coque tería y embelesa con sus celos. Quien es bella, lo aspira todo; quien posee co quetería, ilusiona y preocupa; quien cela, demanda. La Habana, bella, celosa y coqueta, se ha dicho:

"Madrid tiene un Gaviria-Bar. Lo tiene también San Sebastián. ¿Y por qué no he de tenerlo yo?"

Y los dioses del placer, ante el clamor y el de recho, le han dicho a La Habana: "¡Tú también lo tendrás1"

En el breve espacio de tiempo que tienen de vida dos hojas de almanaque. La Habana, bella, coqueta y celosa, será satisfecha. Fernando Gaviria, el fa moso hombre de bar internacional, se encuentra _en ésta, San Cristóbal de La Habana, y pasado maña na, cuando dos hojas del almanaque hayan desapa recido, se producirá a permanencia la aparición del Gaviria-Bar y La Habana apagará sus celos a Ma drid, sus celos a San Sebastián. Y si el Gaviria- Bar de San Sebastián mira hacia la playa de la Concha, "de oro dulcemente acostada", el Gaviria- Bar de La Habana dirá con orgullo: "Una playa no era bastante para mi. Mi belleza, mi coquetería, mis celos, demandan vivir frente al océano." Y se

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